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lunes, 21 de octubre de 2013

¿Hay alternativa al actual sistema de evaluación científica? (II)

Hace unos meses comentábamos la importancia de la evaluación colectiva para complementar la evaluación individual de la ciencia. En mi parece, basar la evaluación científica únicamente en méritos individuales o en los del grupo, distorsiona la realidad. 
Lo primero porque la ciencia se hace actualmente en el marco de un grupo, un colectivo que trabaja hacia un mismo objetivo. Un investigador no trabaja solo sino que colabora con muchos. Los resultados científicos son los frutos de trabajo colectivo. Evaluar al individuo omitiendo al grupo supone, al menos, perder el contexto y la motivación de la investigación, por lo que puede ignorarse o malinterpretarse el peso de un individuo en su grupo. Lo segundo porque ceñir la evaluación únicamente a los méritos del grupo en su conjunto esconde obviamente la participación individual de cada uno de los miembros del grupo. De esto hay un sinfín de ejemplos que todos conocemos y no vale la pena profundizar más.
Una evaluación híbrida, que tenga en cuenta la contribución individual en el contexto de un grupo, puede dar más contexto y transparencia para entender mejor la trayectoria y contribución científica de un individuo.

Todo lo anterior se resume como el impacto científico de un individuo, que pierde toda su esencia para procesos de evaluación científica si no se tiene también en cuenta el impacto social de la investigación. ¿Que beneficios aporta mi investigación a la sociedad,  a la naturaleza, a los animales, a las ciudades, a la historia, en definitiva, en hacer un mundo mejor? ¿Se ha enterado la sociedad de los resultados alcanzados en la investigación? ¿El investigador se ha puesto en el lugar del ciudadano y se ha preguntado para qué puede servir lo que está haciendo? Algunos ejemplos imaginativos de divulgación y para involucrar a los ciudadanos en proyectos científicos como charlas en colegios, libros para niños, y otros tantos ejemplos nos lo cuenta el artículo "Impact: Pack a punk", publicado en Nature 502, 397-398, 2013.

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